Cuando uno piensa en Río de Janeiro y en el imaginario de su elegancia, un nombre emerge con fuerza: COPACABANA PALACE. El hotel más emblemático de Brasil, primero erigido de cara al mar, cumplió este año 102 nada menos, como un símbolo de lujo, hospitalidad, arte y hedonismo refinado. Pero más allá de su imponente fachada art déco en la Av. Atlântica, el “Copa” sigue latiendo como point gastronómico y coctelero de talla internacional.

El Copa abrió en agosto/1923, después de 4 años de obra del Arq. francés Joseph Gire para los dueños empresarios Guinle y Silva. Inspirado en los grandes hoteles europeos, desde sus inicios se convirtió en sinónimo de sofisticación: su casino y su vida social -sobre todo de los 20’s a los 40’s-, la piscina semi-olímpica inaugurada en 1934, y el legendario Golden Room en 1938, por cuyos escenarios pasaron Josephine Baker, Nat King Cole o Ella Fitzgerald. Aunque en 1946 se prohibió el juego en Brasil, el casino supo transformarse en sala de conciertos. 

Tras décadas de auge y declive pronunciado en los 70’s, el hotel fue declarado en 1985 Patrimonio Cultural protegido por el Estado para salvarse de la demolición. Unos 4 años después, la familia dueña Guinle lo vendió a la cadena Orient-Express Hotels, que invirtió fuerte en restaurarlo para devolverlo al lugar que nunca debió perder: el de gran dama de la hotelería latinoamericana. Aquella cadena en 2014 pasó a llamarse BELMOND (mundo bello), y en 2018 esta marca fue adquirida por LVMH en 2018, grupo multinacional francés Louis Vuitton Moët Hennessy conocido por Chandon.

Hoy el hotel cuenta con 116 habitaciones y 127 suites, spa, cancha de tenis en la azotea y 13 salones capaces de recibir hasta 2000 personas. Y, sobre todo, con un alma cultural que sigue viva en su célebre Magic Ball de Carnaval, celebrado desde 1924 y aún considerado el baile más “glamoroso” del país.

La gastronomía del “Copa” sigue marcando el pulso en la “cidade maravilhosa”. Para explicarnos todos los sectores y propuestas, nos recibió en exclusiva STHEPHANO GIGLIO, destacado Head Bartender de todo el hotel a cargo de 13 más. Más allá de los altísimos niveles de cocina, el ítalo/brasilero destacó que es único sitio de Río con 4 propuestas distintas de coctelería.

STHEPHANO GIGLIO, destacado Head Bartender

Por flujo histórico, es el principal resto del hotel, renovado en 2019 con temática tropical. Está en un salón interior con terraza cubierta con vista al mar por un lado, y a la piscina por el otro. Abierto en todas las franjas horarias de las 6am a 1am, ofrece cocina internacional con toques brasileños, pizzas y una carta de champagnes y vinos de alto nivel. Proponen la clásica Feijoada los sábados (con buffet y Caipirinhas incluidas), y el Brunch de los domingos (con espumante libre y trago del día).

El perfil de su coctelería es “tropical”, a partir de cachaças, frutas que reflejan la biodiversidad del enorme país, e insumos como la Tiquira: destilado endémico de mandioca, cuyo fermento indígena era precolombino. Esto aplicando últimas técnicas de elaboración, y prácticas sostenibles.

La carta bilingüe solo en papel, se dividía entre: “Brasil y América” (6), “Suavidad” (3, de baja graduación), “Clásicos Brasileros” (3), “Para Compartir” (4) y Mocktails (3). Giglio nos hizo probar 2 versiones, para la hora del sunset:

– 100 DO COPA (67 R$), de la 1ra sección llevaba: cachaça Cerejeira, limón, miel y jengibre, clarificado con bitter de naranja, en vaso Old Fashioned con cubo de hielo y laminitas de oro comestible. De garnish, una de jengibre cristalizado. Creado en 2023 por Giglio para el centenario del hotel (celebrado con un show de DJ en la playa para 2 millones de pers.), era un cocktail interesante al comer el jengibre.

– SPRITZ AMAZÓNICO (64 R$- 12 u$s) de la 2da sección, era una reversión del original Aperol, pero lo reemplazó con un licor artesanal de jabuticaba (parecida a la uva tinta), procesado a la forma sous vide. Y la soda por agua de rosas con gas. Trago floral, frutal, fácil y algo más dulce que el Spritz más conocido.

Una barra sin banquetas, a las puertas del restaurante, mira a la piscina. Allí los tragos eran tanto tiki con rones y licores artesanales, como del tipo refrescantes, Spritz, etc. La carta en este caso se dividía entre: “Bossa Nova” (6, con nombres de temas de este género musical local), “Leve” (3, baja graduación), “Caipis de Piscina” (4, con frutas amazónicas), “Para Compartir” (3) y Mocktails (3).
El más vendido era el Bossa Nova (70 R$- 13 u$s) en copón de vino, con gin inglés, espumante y cordial de goiana con limón. Aparte, una pequeña barra diurna de 9 a 18 hs. en épocas de calor da soporte al área de piscina con tragos ligeros.

Con nombre homenaje al país Myanmar (entre Tailandia y Bangladesh), ofrece una cocina panasiática ostentando 1* Michelin, entre otros premios. Dirigido por el chef Alberto Morisawa, combina alta cocina japonesa, una gran barra de sushi con omasake, y mixología inspirada en el Shinto (rituales japoneses del sintoísmo), empleando mayoría de destilados nipones.

Su carta se dividía entre: “Nuestros Clásicos”(3), “On the Way to Shinto” (5), “Taking it easy”(3, de bajo alc.) y Mocktails (5). Giglio además usa técnicas como clarificación vegana con agar-agar, infusiones de umami y maridajes para sushi. El salón que da al medio de la piscina, es muy chic, sofisticado, y con una cava de más de 60 sakes.

Homenaje al original de Italia, que fue en 2018 el primero en ganar 1* Michelin. Su elegante salón es icónico del hotel, con ambiente art déco y vista a la piscina a través de amplios ventanales. Pudimos conocerlo antes que entrara en reformas. La cocina era en formato degustación, con solo 2 momentos para ingresar. Bien italiana, a cargo del chef ejecutivo Nello Cassese, Director culinario de toda la cadena Belmond para las Américas.

Aquí reinan los cócteles clásicos italianos aperitivos y variedad de amaros. La carta se llamaba “Bevande e Música”, en homenaje a la música italiana, con 7 caros cocktails con nombres de canciones famosas, más 3 de bajo alc. El más caro a 150 R$ (28 u$s) era el “Pie Bella Cosa”: reversión de un Boulevardier con Maker’s Mark bourbon, Campari Cask Tales (Italia), vermouth Antica Fórmula y manteca de cacao.     

– “MESSICO E NUVOLE” (115 R$-21 u$s) nos hizo probar Giglio, su creación en México para al mencionado chef, que quiso uno con tequila pero ahumado. Usó Tequila 1800 Añejo, cordial de piña asada con limón y jengibre. Clarificado con agar-agar,  perfumado con whisky de malta de Islay, y decorado con lámina deshidratada de piña. El hielo llevaba grabado el logo, como en todo el hotel.

Las bebidas en el Copa funcionan como columna social y cultural del hotel, un lugar de “see and be seen” donde convergen huéspedes de dinero, locales y visitantes gastronómicos. Por ello las propuestas tienen sus perfiles: el clásico Piano Bar del Cipriani (más íntimo y formal), el Pool Bar & Pérgula (relajado, de día y verano, a veces con pop-up y guests), y un restaurante sofisticado como el MEE, con Alta Coctelería y cocina panasiática.

Los precios son de hotel premium, más altos que la media, en Cipriani más aun sobre todo en botellas de champagne. Además, a toda cuenta les suman 10% de servicio. 
Obviamente el entorno del Copacabana Palace es determinante, porque pocos sitios en Sudamérica tienen tanta historia, legado y sofisticación. Nota de color: donde fuera sede del certamen mundial World Class 2012, cubierto en exclusiva para esta revista argentina por el jurado Daniel Estremadoyro, para la edición #44 justamente con la tapa de Río de Janeiro I.

COPACABANA PALACE HOTEL
Av. Atlântica, 1702, Copacabana – Río de Janeiro – Brasil
Horarios MEE: todos los días 19 a 24 hs.;
Web: www.belmond.com
IG: @stephanogiglio – @belmondcopacabanapalace (471mil seguid.)
Google Map: 4,8 (42mil votos)

Fundador de Revista BAR and DRINKS el 24/sept.1999, cuya 1° edición salió a la calle el 1/febr.2000. Con estudios cursados en Ciencias de la Comunicación (U.B.A.) y en diseño gráfico, comenzó a forjar una larga trayectoria en el rubro Bares desde 1995. Único periodista especializado en Bares y en Bebidas espirituosas/coctelería, lleva recorridas y reseñadas un centenar de plantas productivas de bebidas alc. en todo el planeta (40 de las cuales, de whisky en Escocia, Irlanda, EE.UU., Japón, Perú y México). Más de 1000 bares por el mundo; creador y organizador desde 2001 de la plataforma de premiación de Bares más longeva del mundo (#baranddrinksawards); también ha sido consultor de casi todas las empresas de bebidas conocidas y hasta de PromPerú en el desarrollo del Pisco en el mercado externo

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