ÍCONO LEGENDARIO DE LA ARQUITECTURA MUNDIAL
TULTITLÁN, EN EL ESTADO DE MÉXICO, FUE EL PRINCIPAL DESTINO DE UN NUEVO VIAJE POR DESTILERÍAS Y BARES DEL MUNDO. DEBÍAMOS CONOCER LA LEGENDARIA PLANTA DE RON BACARDÍ, UNO DE LOS EDIFICIOS MÁS RELEVANTES DE LATINOAMÉRICA, DISEÑADO EN 1959 POR EL ALEMÁN LUDWIG MIES VAN DER RÖHE, PADRE DE LA ARQUITECTURA MODERNA. ASIMISMO, OTRA GRAN PARTE DE LA PLANTA FUE CONSTRUIDA POR EL ARQ. ESPAÑOL-MEXICANO FÉLIX CANDELA, DESLUMBRANDO EL CONTRASTE DE ESTILOS. CARLOS FELICI, HISTÓRICO GERENTE DE RR.II., NOS GUIÓ POR TODAS LAS INSTALACIONES Y POR EL INTERESANTE MUSEO DEL RON MÁS VENDIDO DEL MUNDO.
La historia de una de las principales marcas de bebidas de todos los tiempos, cuenta que la ronera Bacardí fue fundada el 4 de febrero de 1862 al comprar una destilería en Santiago de Cuba, por el inmigrante catalán DON FACUNDO BACARDÍ MASSÓ. Luego de atravesar una larga era dorada, la Revolución cubana en 1959 que estatizó las empresas, dejó allí con las manos vacías a los herederos de la ronera y los obligó a huir. Aquellas instalaciones las tomaron para la marca Santiago de Cuba, y solo quedó visible el edificio Bacardí, 1er rascacielos de la isla, construido en estilo Art Decó en 1930.
Exiliados en Puerto Rico pero con la planta alterna de México funcionando desde 1931 (la 1ra fuera de Cuba), ésta debía mudarse a una mucho más grande, sobre todo después del gran terremoto de 1957 en CDMX con 7.8 de magnitud.
En 1956, cerca de Puebla habían instalado una planta de fermentación y destilación, construida por FÉLIX CANDELA y otros 2 arquitectos (cerrada en 2016). La necesidad de almacenes para añejar era tal, que debían construir toda una nueva planta, eligiendo TULTITLÁN.
Al norte de la ciudad de México, a 2 hs de viaje por la autopista hacia Querétaro, sobre la colectora misma donde hoy hay una zona industrial, Bacardí decidió instalarse post Revolución Cubana. Hasta allí llegamos de la mano del gran “CHARLY” FELICI (51), Gerente de Relaciones Institucionales, Proyectos Corporativos y Regulaciones del Grupo Bacardí México, con +20 años en la compañía.
Fuimos descubriendo entre amplios jardines, un predio enorme de 30 ha. con edificios realmente únicos en Latinoamérica. El tour de una jornada completa nos permitió conocer partes de la historia de la planta y de la marca, de su comunicación y del proceso productivo. Básicamente se dividió entre las oficinas administrativas que conforman el edificio principal icónico, un museo y bar en uno anexo con el mismo estilo, más todas las grandes áreas de añejamiento y de envasado.
UN MIES VAN DER RÖHE, PURO Y ÚNICO
Esta planta de Bacardí es muy famosa por el edificio principal, diseñado por el célebre arquitecto alemán LUDWIG MIES VAN DER RÖHE (1886-1969), única obra suya en América Latina. Diseñado en 1958 e inaugurado en 1961, en este aun funcionan las oficinas corporativas de Bacardí México, con espacios abiertos que permiten que todos puedan verse, y con toda la estructura rodeada con grandes ventanales que permiten apreciar los enormes jardines.
MIES se propuso transmitir a través de sus obras un discurso filosófico (sobre todo de su compatriota Friedrich Nietzsche /1844-1900), y estas oficinas de Bacardí son un claro ejemplo. Para él, la claridad y sencillez eran innegociables, como la metáfora más clara de esos tiempos. Su estilo definió el EE.UU. del siglo XX con proyectos llenos de materiales modernos como acero industrial y grandes láminas de vidrio para definir espacios interiores. Este genio siempre quiso una arquitectura con estructuras mínimas, con espacios abiertos que fluyeran sin obstáculos ni transiciones. Una arquitectura de «piel y huesos». Así, dejó como legado nuevos cánones arquitectónicos que expresan el espíritu de la era moderna, y se lo asocia con 2 aforismos: «Menos es más» y «Dios está en los detalles».
En 1957 José María “PEPÍN” BOSCH, bisnieto del fundador y presidente de Bacardí entre 1944 y 1976, había encargado a MIES el diseño de las oficinas en Santiago de Cuba. Buscando expandirse internacionalmente, la arquitectura no dejaba de ser una forma de construir la marca. Le escribió al alemán: “Mi oficina ideal es aquella en la que no hay tabiques, donde todos, tanto jefes como empleados, se ven unos a otros”. Aquel proyecto quedó trunco con la llegada intempestiva de Fidel Castro al poder. Luego decían con ironía que era “el diseño no construido, más famoso de la humanidad”. Era uno ambicioso, resuelto en una sola planta, que llegó a ser portada de casi todas las revistas de arquitectura.
Cuando MIES tuvo los primeros contactos con Bacardí en 1929, ya era un ícono de la arquitectura moderna. Fue el 3er y último director nada menos que de la histórica escuela de diseño BAUHAUS, hasta su disolución por los nazis en 1933. Emigró a EE.UU. en 1938, para ser director de la escuela de arquitectura del Instituto de Tecnología de Illinois en Chicago.
Fuera de Cuba, 2 años más tarde “Pepín” Bosch decidió instalar las oficinas donde hacía un año se construía la nueva planta en Tultitlán. Entonces volvió a encomendarle a MIES la estructura y el paisaje circundante, que empezó en 1959 y le llevó 2 años, supervisando el día a día a distancia. Diseñó un edificio de formas rectas, muy en contraste al estilo del Arq. Félix Candela en el resto de la planta. Sin elementos ornamentales y de composición rígida, es una de las obras mas puras de MIES.
El famoso edificio es como un prisma oscuro que “flota” a 50 mts de una autopista, en 2 plantas de 52 x 27 mts y 8 de altura, hecho de acero pintado de negro, paneles de vidrio y mármol travertino local. MIES cerró todo con paneles de vidrio de piso a techo, para ver hacia los verdes jardines en todas las direcciones.
En el centro, abajo con un gran recibidor como hall, puso 2 escaleras a los costados que suben simétricas, con barandales típicos del arquitecto. Arriba, los escritorios sin muros -como quería Bosch–, en un espacio limpio y geométrico que pide silencio.
Entrar allí es como atravesar un túnel del tiempo, a 60 años atrás. Prácticamente está idéntico, con sillas y sillones Barcelona originales (restauradas) y mobiliario original de la casa de diseño Knoll, fundada en Nueva York en 1938.
En 2019 hicieron obras de revitalización, con el fin que quede en colores y formas lo más parecido a lo original. Por ej. los mármoles fueron pulidos, y los paneles de madera puestos a su condición original con su color camel. En la planta baja añadieron salas de reunión vidriadas y desmontables. También estrenaron butacas, escritorios y cortinas, además de renovar en la planta alta, la barra para eventos internos.
Tan importante es esta obra de MIES, que se ha convertido en un emblema para la arquitectura mundial, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2001. Por tal, es visitada por estudiantes de arquitectura de todas las universidades mexicanas e incluso del exterior: hasta 5000 visitantes al año reciben!
HACIA EL AÑEJAMIENTO
La siguiente parada fue un edificio anexo a unos 50 mts., que usan para eventos, con una sala de reuniones con el nombre del fundador Facundo Bacardí, una vitrina con ediciones especiales de rones con su nombre (Neo, Eximo, Exquisito, Paraíso), más un bar contiguo más grande aún.
En la galería exterior, una barra sirve para los eventos al aire libre. Lleva el nombre del cantinero Don Roberto Legorreta, recordado por haber trabajado aquí desde 1945 por más de 52 años. Fue campeón mexicano de coctelería 1980, y 3er puesto del mundial I.B.A. 1980 en Venecia, Italia. Resaltan que habría brindado cursos de coctelería a unas 15.000 personas y preparado unos 5 millones de cocteles.
De allí, Charly Felici nos guió a lo largo de unos 200 mts. pasando por el sector de recepción de destilados (de melaza), al aire libre con grandes tanques verticales de acero. Por mucho tiempo llegaban en cisternas de 45.000 lts desde la destilería “La Galarza” en el Estado de Puebla, a 216 kms. Pero por temas de eficiencia industrial, desde 2015 traen los destilados base directo de la planta de Puerto Rico.
Seguimos hacia los almacenes de envejecimiento, con 7 grandes warehouses construidos por el Arq. Candela. Paramos en el patio central de maniobras, donde direccionan las barricas hacia llenado, vaciado o hidratación, etc.
Fue muy llamativo apreciar que los techos de estos almacenes no cierran las paredes laterales, sino que queda un espacio de unos 20 cms. por donde entra aire, formando parte de un sistema anti-sísmico.
Por fuera estas bodegas tenían las paredes ennegrecidas. Parece que es habitual que se tapen de hongos en las que dan la espalda al sol. No se propagan dentro de los warehouses sino fuera, ya que el alcohol en el aire es muy intenso.
Entonces ingresamos al Almacén Nro.1, sin poder tomar fotos ni grabar nada. Vimos barricas con rones de 8, 9, 10, 15 y hasta 20 años, dispuestas en forma vertical, en pallets de 9 y en 6 hileras de alto.
Lo más increíble es saber que en los 60’s las dejaban al aire libre, al rayo directo del sol en un clima más bien seco, aunque no faltan lluvias abundantes. Fotos en b/n allí lo grafican.
Previamente las barricas de roble blanco americano ya usadas por whiskey Bourbon, son llenadas en un sector contiguo semicubierto, en un proceso semiautomático tanto para vaciado como para llenado.
Ahí hay unas antiguas canaletas que eran usadas hasta hace unos 30 años, para desagotar por gravedad las barricas que llegaban rodando, en un formato que vimos en algunas destilerías de Bourbon en Kentucky. Ahora las barricas son vaciadas paradas, y nos mostró el guía el sistema que les permitió reducir la merma en el vaciado: de 7% a solo 1%..
A unos 100 mts pasamos por otra área de grandes tanques de acero, llamados “carburators”, para filtrado primario, intermedio y de pulido de los rones.
A 100 mts. más, en otro edificio los rones añejados son mezclados o “casados” para armonizar aromas, sabores y colores. Todo bajo la dirección del actual master blender de Bacardí México y Director de Operaciones, Eddie Boulogne (45) y supervisión de Ilse Guerrero (33).
// CONTINÚA EN 2DA PARTE (PAG. 7 A 12) –click aquí-
