FERNET BRANCA: 180 AÑOS DE UN LEGADO TAN RICO Y COMPLEJO COMO LAS HIERBAS BIEN PUESTAS QUE LLEVA

Nota de 4 pág. publicada en la nueva Edición #72 de la Revista impresa Bar and Drinks

DESDE 1845, LA MARCA QUE MÁS AMAN LOS ARGENTINOS, ESCRIBE NUEVOS CAPÍTULOS EN UNA HISTORIA INIGUALABLE DE AUTENTICIDAD Y SUPERACIÓN, CON TODOS LOS CONDIMENTOS EN LA QUE NO FALTARON CREATIVIDAD, CONOCIMIENTOS, CONSTANCIA, AUDACIA, SUPERACIÓN, AUTENTICIDAD, RESILIENCIA PARA ATRAVESAR GUERRAS MUNDIALES, CRISIS, MIGRACIONES, MODAS, TENDENCIAS, GENERACIONES, PANDEMIAS, REVOLUCIONES TECNOLÓGICAS Y CULTURALES. TODO HASTA CONVERTIRSE EN EL ÍCONO DE LA ARGENTINIDAD HOY DÍA, MANTENIENDO INTACTA UNA FÓRMULA QUE LA HACE ÚNICA DESDE SU NACIMIENTO EN UNA BOTICA DE MILÁN. HACE 180 AÑOS NADA MENOS.

¿Cómo se explica que una receta creada en 1845 siga tan vigente 180 años después? La respuesta radica en un principio inalterable: la fidelidad a los valores que la originaron y el lazo emocional con los consumidores que, en Argentina, la convirtieron en un verdadero símbolo de identidad nacional.
Esa es parte sustancial de la historia de FERNET BRANCA, que comenzó en Italia cuando BERNARDINO BRANCA (1813-1882), un alquimista autodidacta, muy curioso y emprendedor, de gran intelecto y creatividad, desarrolló una bebida única con fines medicinales, seleccionando botánicos de 4 continentes, infusionando y macerando cuidadosamente en alcohol y agua para extraer las propiedades de cada uno.

BERNARDINO BRANCA (1813-1882) fundador

¿Y cómo nació el nombre “FERNET”? Era el apellido del doctor que colaboraba con aquel, uno de los primeros en probar la mezcla -y ver su fórmula- que inauguraría una categoría. Esta misma receta secreta no tardó en conquistar reconocimiento internacional y cosechar numerosos premios en el Siglo XIX y principios del XX, dando inicio a una trayectoria mundial predestinada.

En una de las urbes más importantes de Italia, estaba Bernardino Branca en su laboratorio del barrio de Porta Nuova (a unos 3-4 kms de la planta actual), combinando hierbas, cortezas, raíces y frutos macerados en alcohol, hasta que obtuvieron una mezcla final. Junto a su mencionado colaborador la bautizaron FERNET BRANCA. Pero esto no pasó en 1845 sino en 1836, en medio de una epidemia letal de cólera, en tiempos que no existía la industria farmacéutica, y la medicina era provista por remedios naturales para ayudar a combatir las enfermedades. Por eso empezaron vendiéndolo en frascos con goteros. Entonces fueron Stefano y Luigi Branca, hijos de Bernardino, los verdaderos artífices comerciales que fundaron la marca en 1845.

Con un espíritu pionero en comunicación, la marca fue de a poco instalándose en el imaginario colectivo con mensajes audaces y modernos, adelantados a su tiempo. Es decir, buena parte del éxito se le debe a la profusa publicidad que impulsaron, siendo tal vez la marca en bebidas más activa de la historia en Occidente.

El aviso más temprano en los archivos de Fratelli Branca data del 14/2/1865, publicado en “La Perseveranza”, un periódico local que de 1859 a 1922 tuvo influencia política. El anuncio de 10×10 cms. indicaba que se podía comprar en las oficinas del mismo diario. Se leía en italiano: “Febrífugo, vermífugo, tónico, tonificante, calefactorio y anticolérico; se toma en vermut, café, vino o caldo, agua, etc. Facilita la digestión, previene la irritación de los nervios y excita el apetito de una manera maravillosa. Sorprende porque cura en pocas horas ese malestar producido por el bazo (sic), así como el dolor de estómago y de cabeza causado por la mala digestión y la vejez“.

Sin embargo, han marcado la diferencia los afiches de La Belle Epóque, hechos de 1886 a 1913 (hasta el fin de 1ra Guerra Mundial) por famosos artistas mostrando la internacionalidad de Branca, con dibujos de barcos, navegantes y mar. Por ej. la de 1887 muestra cajas del fernet arriba de un barco con destino a Nueva York, Río de Janeiro, Buenos Aires y Sidney mientras un marinero ofrece una copa a una dama.
La dedicada a la Argentina data de 1910, con la figura de la república que alza la bandera nacional pisando la española. Conmemora el centenario de la Revolución de Mayo, y tal vez sea la pieza más bella.

Afiche histórico de 1910 por Argentina, dado el centenario de la Revolución de Mayo

Siguieron años de crecimiento gracias a su alta calidad y propiedades digestivas, y el paso a la 2da generación. MARÍA SCALA de Branca se hizo cargo en 1891 tras la muerte de su marido Stéfano, hijo del fundador y quien comandaba desde 1862. A ella se debe el reconocimiento mayor de la marca: bajo su mando en 1893, se creó el célebre logo del águila con una botella entre sus garras apoderándose del mundo.

En 1907, uno de los 3 hijos de María y Stefano, Bernardino “DINO” BRANCA asumió la dirección conquistando los mercados norteamericano y europeo bajo el lema “Novare Servando”, que expresa el espíritu innovador, abierto a lo nuevo y a las oportunidades, pero a la vez con una fuerte voluntad de conservar y preservar la tradición. Dino tuvo la enorme lucidez y adaptabilidad cuando se posicionó como producto medicinal durante la “Ley Seca” en EE.UU. (1920-1933) manteniéndose disponible en farmacias y boticas, cuando todas las bebidas alcohólicas estaban prohibidas y desaparecían.

Planta actual en Milano que visitamos, que data de 1907
Fachada actual de la planta central en Milano

En 1938 el rey Víctor Emmanuel III de Italia concedió a DINO BRANCA, 3ra generación, el título aristocrático de Conde en honor a los logros industriales y asistenciales. Éste fue heredado por su primogénito Giuseppe y su nieto Niccoló, aunque los títulos nobiliarios dejaron de tener valor en Italia desde 1946, cuando se proclamó la República.

Muestras de botellas en el museo de la planta central en Milano

La empresa igual siguió siendo familiar. En 1955, 2 años antes de morir, Dino le pasó la posta a Pierluigi Branca. Éste muere en 1999 y aunque aparece en el libro oficial la sucesión a su hermano “Pino” Giuseppe Branca, quizás eventual, fue su hijo NICCOLÒ BRANCA (68), quién asumió como Presidente, CEO y 5ta generación. Al Conde pudimos conocerlo en 2019 allí en la misma Planta en las afueras de Milano, abierta desde 1913, que visitamos para reseñar todo en la Edición #62 Especial ITALIA.

El Conde NIccoló Branca, Presidente desde 1999 y 5ta Generación Branca

El Conde Branca protege como guardián una herencia invalorable que resguarda en una caja fuerte, pero también en su memoria siendo el único que la sabe por completo: la combinación exacta de ingredientes del Fernet Branca, receta patentada hace 180 años, que va pasando de generación en generación en manuscritos originales, como el mayor legado. Le tocaría pasarla a su hijo Edoardo, actual Vicepresidente para EE.UU. desde 2019 y Export Manager desde 2009. “Después sí hay otros que conocen pequeñas partes. La tecnología nos ayuda, porque hay partes de la receta que están codificadas”, confesó en una nota el Conde.

El Conde en la rueda de botánicos, en la planta de Milano

En lo concreto, el resultado final es lo que vale para mantenerse inalterable. Por eso, aunque se encuentren viejos registros de 40 botánicos usados en la elaboración, oficialmente la marca desde Italia sostiene que son 27. Con diferentes cualidades y propiedades cada una, hay 28 expuestas en la famosa Rueda de Botánicos que se exhibe en el Museo de la planta en Milán, y reproducida en la recepción de la argentina en Tortuguitas. Allí muestran áloe de Sudáfrica, ruibarbo de China, genciana de Francia, rosa de China, cúrcuma de Indonesia, galanga (de la familia del jengibre) de India y Sri Lanka, orris de Italia, más raíz de angélica, café, manzanilla, enebro, orégano, cardamomo, anís, cedrón, romero, genciana, quina, etc. Hay más raíces, plantas y flores: laurel, quina, zedoaria, cáscara de naranja amarga, curaçao, azafrán, mirra, menta y hasta ciruelas! Muchas mezcladas y tratadas bajo maceración en alcohol, en diferentes procesos secretos, para luego poner a reposar 1 año en grandes toneles de roble de Eslavonia de más de 83.000 litros. Al final se filtra, ajusta y embotella como un oscuro Spirit único y artesanal.

Lo familiar no quitó la ambición global, todo lo contrario. En la mencionada expansión a fines del siglo XIX, de la mano de los inmigrantes italianos llevando botellas de Fernet Branca hacia sus nuevos destinos en 40 países, el más importante ha sido Argentina. Diferentes oleadas de 1880 a 1935 trajeron usos, costumbres y hábitos de consumo. Hacia 1925, dada la demanda los representantes exclusivos para Sudamérica “Carlo F. Hofer & C.Genova” fueron autorizados a producirlo en Buenos Aires con extractos enviados desde Milán, a la vez que abrían fábricas en Francia, Alemania y EE.UU.

En 1940 Fratelli Branca comenzó a operar directamente en el mercado sudamericano. Su 1ra sede abierta en 1941 quedaba en la calle Uspallata 3046, frente al Parque Patricios, fábrica de 11.000 mts2 que era lo más moderno de Sudamérica en bebidas. Desde entonces hasta hoy, Argentina se convirtió en su 2do hogar.

Cuadro en el Museo de la Planta de Milano, con el frente de la antigua planta en Buenos Aires
Operarios embalando a mano las botellas en la vieja fábrica de Parque Patricios

Aquella fábrica de Uspallata cuyo edificio aun sigue casi igual, fue clave en épocas críticas para la central italiana, cuando las oficinas en Vía Broletto y la planta en Via Resegone, Milano fueron bombardeadas por los Aliados en agosto de 1943. Aunque la reconstrucción empezó enseguida, estuvieron unos años fuera de servicio. “Cuando bombardearon hasta el Teatro de la Scala, mucha gente venía a protegerse a nuestro sótano. La empresa siempre estuvo (ayudando) y de forma silenciosa”, nos explicaron en la misma Planta de Milano.

Mientras tanto, en Argentina jamás pararon de crecer, de hacer activaciones y publicidad masiva. En casi todas las fotos de archivo en estadios de fútbol, se puede ver estáticas de la marca, ni hablar del Mundial FIFA 1978. Por eso no sorprendió la ampliación de sus bodegas en 1982, en un nuevo predio sito en Tortuguitas -a 41 kms de Capital-, donde luego siguieron ampliando la capacidad productiva hasta hoy, pero fue en marzo/2000 el momento bisagra al mudarse definitivamente con las oficinas.

Hoy Argentina e Italia son los 2 únicos países donde se produce, con una salvedad: el Fernet Branca italiano no es exactamente igual al argentino. “Hay diferencias porque en Argentina se utiliza otro tipo de alcohol, que le da esa variación de sabor –explicó en una nota el Conde–. Es muy pequeña, pero alguien con buen paladar puede reconocerla“.

Autor de Nota con el Conde durante la visita a la planta central de Milano en 2019

En nuestro país, Fernet Branca trascendió la categoría de bebidas. Es parte de la cultura popular, es un punto de encuentro natural, alrededor del cual suceden cosas muy significativas, para ser un verdadero símbolo de pertenencia. Ese amor convirtió a la marca en un ícono de identidad nacional“, destacó Carolina Del Hoyo, Directora Regional de Marketing para Cono Sur (premiada como Mejor de la Industria de Bebidas Alc. en el país del año en los #BarAndDrinksAwards).

Una simple muestra de la pasión de millones de argentinos por la marca

El FERNET BRANCA & COLA ha sido la llave para la popularidad absoluta. Surgido en los 80’s (dicen) en la provincia de Córdoba, luego impulsada por bartenders y desde al menos 1982 en publicidades gráficas de la marca en revistas gastronómicas, el trago fue en un camino de ascenso que no culmina. Incluso es el único trago argentino en la lista oficial de cócteles de la I.B.A. International Bartenders Association, fundada en 1955.

Mural dedicado al Branca Cola argentino, en el museo de la planta central en Milano, Italia

Si bien históricamente fue consumido como un digestivo, Fernet Branca se ganó un lugar de prestigio en la coctelería global desde al menos el 1906, al nacer el megaclásico HANKY PANKY (gin, vermut rosso, fernet), en el Savoy Hotel (Londres) gracias a la bartender Ada Coleman. Su perfil amargo y complejo le ha permitido siempre equilibrar cócteles con carácter en los 160 países a los que llega. En ciudades como Nueva York, San Francisco, Londres, Berlín y México DF, los bartenders lo siguen reivindicando como símbolo de autenticidad y de culto a la hospitalidad.

La Branca Coin es prueba de ello, entregando al poseedor un shot para sellar el respeto entre profesionales del bar. Pero los últimos 10 años con el ritual de armado del Fernet con Coca al estilo argentino, se está viendo una expansión mundial sin precedentes entre los bares cocteleros. Allí donde se ha comprendido que Fernet-Branca no es una bebida más, sino un código cultural compartido.

Más allá de su rol en la coctelería, esta marca y ninguna otra de la categoría, representa un patrimonio cultural intangible. Está ligada a encuentros, celebraciones, mesas familiares de todos los días, reuniones de amigos en cualquier sitio, la unión entre generaciones y a la hospitalidad. Detrás de todo este boom, bien sabe la Industria cómo se refleja en los números “galácticos” que ostenta: 4.702.000 cajas de 9 lts. (2024, fuente: IWSR 2025). Así FERNET BRANCA es el Spirit más vendido por mucho en Argentina, siendo un fenómeno tan grande que no solo sorprende a todos los ejecutivos de la industria mundial que nos visitan, o que nos preguntan sobre el mercado, sino que también a los propios ejecutivos de la central italiana. Es que Argentina sola consume el 85% del total vendido aprox. Y eso que estamos en recesión mundial y sobre todo local, porque Branca un año atrás alcanzó el pico record de 5.785.000 cajas (2023).

Aviso en la contratapa de la nueva Edición #72 de Revista Bar and Drinks

En un mundo donde todo cambia, FERNET BRANCA reafirma que la clave de su éxito fue y sigue siendo, no cambiar lo que realmente importa y mantenerse fiel a sí mismo. Una declaración de valores, compartidos evidentemente por millones de argentinos que abrazan la marca y hasta se la tatúan. Aunque lo habitual en el mundo es que las etiquetas se reinventen cada tanto, FERNET BRANCA se destaca por no ceder en aquello que la hace única: la fuerza de su tradición y la convicción de que la coherencia también es una forma de innovación.

Con larguísimos 180 años de trayectoria global, la marca celebra no solo un legado que trasciende, sino también la comunidad que la ha hecho parte de su día a día. Desde armar un 70/30 en familia o varios entre amigos, hasta convertirse en la excusa para encontrarse siempre, para celebrar, ir a festivales de música, ver partidos y en definitiva pasarla lindo. FERNET BRANCA sigue escribiendo legendarios capítulos de autenticidad. Y volando bien alto, como su águila, famoso emblema histórico desde que apareció en un calendario de 1893.//

La forma de celebrar de la marca en Argentina, su país por lejos Nro.1 del planeta, es con un ícono de colección. Una pieza única que homenajea la historia, el coraje y la autenticidad de una marca que nunca cambió su esencia.Lo consideran un guiño para quienes convirtieron al fernet en ritual y bandera. Cada detalle de la botella celebra la historia de 180 años.La botella, pintada en negro mate con detalles en dorado, refuerza su carácter de ícono y celebra su origen italiano.

A lo largo de su historia, Fernet Branca supo sorprender: en 2015 lanzó la edición de los 170 años con estuche conmemorativo; en 2020 presentó la edición por los 175 años, modernizando el clásico emblema del águila y el globo; y en 2022, previo a la consagración de la Selección Argentina en Qatar, la botella dorada se convirtió en amuleto de campeones y objeto de deseo de fanáticos. Ahora con 180 años, la edición limitada vuelve a ser buscada por los consumidores más fieles con fines de colección, porque saben que cada botella es un pedazo de historia que combina tradición, elegancia y el espíritu único de Branca.

Disponible en Branca Store y puntos de venta seleccionados.

Fundador de Revista BAR and DRINKS el 24/sept.1999, cuya 1° edición salió a la calle el 1/febr.2000. Con estudios cursados en Ciencias de la Comunicación (U.B.A.) y en diseño gráfico, comenzó a forjar una larga trayectoria en el rubro Bares desde 1995. Único periodista especializado en Bares y en Bebidas espirituosas/coctelería, lleva recorridas y reseñadas un centenar de plantas productivas de bebidas alc. en todo el planeta (40 de las cuales, de whisky en Escocia, Irlanda, EE.UU., Japón, Perú y México). Más de 1000 bares por el mundo; creador y organizador desde 2001 de la plataforma de premiación de Bares más longeva del mundo (#baranddrinksawards); también ha sido consultor de casi todas las empresas de bebidas conocidas y hasta de PromPerú en el desarrollo del Pisco en el mercado externo

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