// Artículo publicado en la Edición papel #66 de Revista Bar and Drinks, click aquí 1ra parte


A solo 1/2 hora del centro de Louisville, llegamos al gran predio de Jim Beam en la localidad de Clermont. Una atracción turística muy exitosa antes de la pandemia cuando iban unas 350.000 personas al año, hoy cerrada pero a reabrir al público en breve. El American StillHouse había abierto al turismo en septiembre de 2012, tras haber invertido más de 30 millones de U$S en renovar las instalaciones, con un nuevo visitor center, un business center y una sala de degustación. Las instalaciones productivas reales a escala, están en el mismo área pero separadas por un cordón de rejas de la zona turística. Además desde 2019 está en proyecto y construcción una micro-destilería en el predio de la James B. Beam Distilling Co., donde harán la línea premium fuera de la marca Jim Beam. Se inaugurará como “Fred B. Noe Craft Distillery”, nombre del actual master distiller 8va generación de la familia Beam.

Aparte, la marca mantiene otras 2 plantas productivas en las localidades de Boston y Frankfort en el mismo Estado, más warehouses en una vieja destilería cerrada en 1987 en la localidad de Versailles. Uno de esos en la The Old Crown Distillery, en julio de 2019 se prendió fuego por un rayo, ardiendo por más de 15 horas y perdiendo45.000 barriles llenos de bourbon. Unos 9 millones de litros (1 millón de cajas) por un costo estimado en 45 millones de U$S. En agosto de 2003 ya habían sufrido otro incendio en un antiguo warehouse, perdiendo 15.000 barriles. Heaven Hill en 1996 tuvo el más grande de los incendios; y otra destilería en 2018 sufrió el derrumbe total de uno. Como se ve, es una industria con serios riesgos.

Aquí todo el enorme predio de Jim Beam conmemora su historia. La imagen principal es la del Visitor Center, una réplica del edificio original de la destilería de los años ´40s y aún conserva la escalera original del edificio. Metros delante una estatua de Mr. Jim Beam. ¿De quién? JAMES BEAUREGARD “JIM” BEAM fue la 4ta generación de destiladores de la familia Beam que comenzó a hacer bourbon en 1795. No fue el fundador, sino el responsable del éxito empresarial luego de la Ley Seca.

Más allá del edificio central, toda la vasta área parece un viaje a un siglo atrás. Muy encantadora es la Master Distiller´s Home, una casita original de 1911 de la familia, renovada por T. Jeremiah Beam luego de la Ley Seca, usada como hogar hasta 1985 y parte del Registro de Sitios Históricos Nacionales. Incluso acaban de anunciar desde el 21/oct. 2021, que por solo 23 U$S diarios la gente puede hospedarse en otra histórica casa de 1919 dentro del predio con vista al lago Everbach, con 3 dormitorios, 2 baños y una barra llena de whiskeys.

También maravilla la casita roja “Fred´s Smokehouse” donde comimos, luego de sorprendernos con un cementerio donde descansan los restos de toda la familia. Un avance de tantas cosas que nos fascinaron aquí.

Más allá de la gigantesca columna de destilación de cobre, que por dentro no suben vapores sino un ascensor, toda la recepción aquí conmemora la herencia familiar de 8 generaciones, como muy pocas destilerías hacen. Abundan cartelería y pantallas exponiendo la rama genealógica de los Beam, más algunos objetos como mecedoras en varios puntos como íconos de la marca.

Detrás podía verse el GIFT SHOP, quizás la tienda más completa que hayamos visto en el centenar de destilerías visitadas por el mundo (40 de whiskies). Es inevitable mirar todo, con una cantidad de cosas que solo ahí se consiguen y siempre con el logo de Jim Beam: indumentaria variada de alta calidad, con chombas Nike (me compré una campera negra marca Columbia), todo tipo de cristalería, jiggers, petacas, chocolates, tazas, café, hasta un gazebo y todo el kit completo de parrilla.

Luego de la registración, el tour comienza a rodar al subir a un bus ploteado, que lleva por el amplio predio. Una especie de micro-destilería le permite a la marca enseñar el proceso de elaboración a escala menor, para evitar llevar a tanta gente por las reales instalaciones productivas. Algo que hace también Bulleit, pero no tanto otros. Luego la recorrida se divide entre embotellar a mano el súper premium Knob Creek; entrar a un warehouse y por último, a un tasting room a probar varios whiskeys a elección.

En un 1er sector empezaron hablando del origen del AGUA PURA DE MANANTIAL, que la sacan del mismo terreno debajo, filtrada naturalmente por la plataforma de piedra caliza, dando un agua rica en calcio y libre de hierro, ideal para el destilado. En los 13 años de Ley Seca, las destilerías embotellaban agua pura para tratar de sobrevivir. Bueno, de hecho venden botellitas en la tienda y con etiqueta propia.

Allí, en un viejo mueble exhibían los 3 GRANOS CLÁSICOS que componen el mash bill usado en sus whiskeys: maíz, centeno y cebada malteada. El maíz aporta dulzor, el centeno lo especiado, y la malta a cacao, además de ayudar a la fermentación aseguraron.

En ese sector a escala pequeña, mostraban un mini tanque de cocina a presión, aunque el real es para 37.855 lts. Ahí dentro hierven el mash: los cereales molidos con el agua filtrada. Primero el maíz con el centeno a unos 93°C, luego bajan a 65°C y le añaden la malta. Además siempre usan un remanente del lote anterior, en una práctica habitual en Bourbons conocida como “sour mash”.

En la sala siguiente explicaban el proceso de FERMENTACIÓN, con 3 tanques chicos de casi 1900 lts. El mash va 3 días allí, enfriados a 15,5°-21°C y le añaden la levadura, lo que transformará los azúcares de los cereales en alcohol. Pudimos ver el mosto fermentado, pero sobre todo los 19 grandes tanques de 173.100 lts. de acero inoxidable y tapa cónica, que estaban en un edificio contiguo pintado de verde. Unos 2200 lts de levadura agregan en cada tanque. Fundamental en el sabor de un Bourbon es la LEVADURA y lo remarcan. Todas las destilerías guardan en secreto recetas y tipos de levaduras, que en el caso de Jim Beam provienen del mismo linaje post Ley Seca, y que aportan el perfil frutado tan distinto a otros whiskeys.

En la planta alta de esta micro-destilería turística, detrás de un vidrio se aprecian para DESTILAR una columna finita de acero inoxidable con pequeñas ventanitas redondas, y dos tipos de alambiques de cobre. La columna con el letrero “BEER STILL” destila el fermentado de unos 10% alc. a 93°C, lo que hace que se convierta en un vapor, que luego se enfría y cae de nuevo a ser líquido.

Del otro lado el “DOUBLER”: un alambique de cobre de forma más parecida al pot still tradicional (ahí del tamaño de una barrica), que recibe ese “Low Wine” de 62,5% alc. para hacer la 2da destilación. El “High Wine” resultante ya tiene 67,5% alc. y lo mandan a añejar a ese máximo permitido por ley. En el medio mostraban otra columna de cobre, con el letrero “SPIRIT STILL” para 2das destilaciones.

Al salir del still building, en un pequeño patio techado al que llaman BARRELING PORCH N°1, enseñan el llenado de barricas de 200 lts con el destilado pre-whiskey. El guía nos hizo probar ese “white dog” que resultaba suave, meloso, muy rico y complejo. También mostró una duela de madera, y el nivel de tostado que le hacen desde cero a las barricas nuevas de roble americano. Las barricas van a varios warehouses dentro y fuera el predio, uno de los cuales nos llevaron a ver.

En ese patio, como decoración colgaban tapas de barricas indicando los hitos de llenado desde la Ley Seca: la N°10 millones en 2005; 12m en 2011; 13m en 2014, 14m en 2016, 15m en 2018, 16m en 2020 y el último, 17 millones en agosto de 2021.

La marca eligió mostrar en vivo esta parte del proceso de elaboración, pero enfocados en KNOB CREEK, la línea ultra premium de la destilería. Creada en los ´90s por BOOKER NOE (6ta generación), la botella y el estilo del whiskey estuvieron inspirados en la época pre-Ley Seca, mientras que el nombre refiere a la pequeña granja en Kentucky, donde el célebre presidente Abraham Lincoln pasó su infancia.

foyer

Relanzado en 2009, este whiskey es un verdadero ícono que usa cera en la tapa como Maker´s Mark pero de color negro para el lacrado a mano. Sobre un mural detallaban las 4 versiones de KNOB CREEK: BOURBON y RYE (50% alc.), MAPLE (saborizado, 45% alc.) y SINGLE BARREL (60% alc), todos con 9 años de añejamiento. Los 3 primeros a 40 U$S en el shop de la destilería, y el último a 50 U$S que lo valen. Nunca llegaron a la Argentina oficialmente, quizás porque compite con Maker´s Mark de la misma empresa.

Este sector todo en madera, parecía haber estado siempre allí como si fuera el siglo 19. Como un viaje fugaz al pasado, con procesos más lentos y manuales para lotes reducidos. Ahí nos enseñaron el vaciado de una barrica en una canaleta individual, y dentro del salón la línea de llenado, tapado y de etiquetado automatizados.

En una mini pileta de lavar, mostraban cómo enjuagan a mano cada botella vacía con un chorro de whiskey, invitando a los visitantes a hacerlo, presionándola boca abajo. Luego las ponen en una cinta mecánica hacia el llenado, etiquetado y cerrado con corcho. De manera manual le agregan la cera sobre el tapón como lacrado y empacan en las cajas.

Antes de subirnos al bus de nuevo, atravesamos una pequeña sala tipo museo donde exhiben viejas etiquetas y en vitrinas centenares de los ejemplos más ingeniosos de botellas-decanters especiales de edición limitada. Tienen los primeros lanzados en los años 50´s en cerámica: coches antiguos, carruajes, vagones, autobombas, caballitos, platos, deportistas, celebridades, todo tipo de animales hasta una motosierra. Otra época muy distinta de la industria.

Vista desde el warehouse, se ve un pequeño cementerio en medio del predio

Ingresamos al típico “rickhouse”, enorme y muy parecido al de otras grandes destilerías que fuimos en Kentucky, pero éste tal vez un poco más alto y grande, con varios otros en el enorme predio. El llamado “D” para 27.000 barriles, se componía de 9 pisos todos en madera -columnas, pisos, techos, soportes y elevadores- construido en 1938. Se trataba del más antiguo en Jim Beam y lo destinan a sus whiskeys small batch. Tienen muchos warehouses de aquella época para 20.000 barriles, pero los más recientes son de 50.000 a 56.000. En total la compañía tendría unas 126 naves de almacenamiento repartidas en Kentucky con unos 3,3 millones de barricas.

DAVID BEAM -2da generación de la familia- habría sido el 1ro en aplicar un formato de warehouse adaptado a las estaciones del año, con forma de chimenea arriba para que suba el aire caliente, con muchas ventanas para que en verano circule aire fresco. Cada piso tiene diferentes temperaturas naturalmente: más arriba generan sabores especiados, más abajo dulces. O sea, no usan un sistema artificial para calentar y/o enfriar el edificio, por lo cual cada barrica según la posición dentro, añejará diferente.

Aunque por ley con 2 años ya puede ser Bourbon Whiskey, Jim Beam va de 4 en adelante, pero de 6 a 9 obtienen lo mejor. De hecho muestran dentro del warehouse, cómo en 9 años queda el 61% del barril lleno, el 39% restante se fue evaporando.

No hay visita a destilería sin degustación. El BOURBON BAR es otra casa de madera toda en rojo y con el logo grande de la marca, que alberga la experiencia culminante de conocer la amplia gama. Adentro un salón en forma de T con un par de barras y las estrellas: 3 o 4 dispensers para poder elegir entre una veintena de referencias. Con una tarjeta magnética el guía iba habilitando 3 medidas por persona. Teníamos 6 pero nos amplió la degustación.

Si alguien cree que Jim Beam son 2 o 3 etiquetas, se equivoca. La gama viene creciendo mucho los últimos 15 años y hoy es la más completa de cualquier marca de whisky del mundo. Aquí detallamos lo probado que está presente en Argentina, que son 5 importadas por Bodega Norton desde 2015: Jim Beam White, Black, Devil´s Cut, más los flavours Honey y Vanilla.

.JIM BEAM WHITE

El barco insignia de la marca por ser el original de 1795, y que protagoniza la contratapa de esta nueva edición especial. El “etiqueta blanca” es la tradición de Jim Beam sosteniendo la misma receta para ser el Bourbon más vendido en el mundo hace muchos años (siempre aclarando, que no incluye a los de Tennessee). Añejado 4 años, tiene 40% alc., un perfil dulzón, frutado (cerezas), floral y algo especiado (pimienta negra) por el mayor uso de centeno. Siempre fue recomendado para beber mezclado. De hecho a nivel global, luego de promocionarlo por décadas con gaseosa cola, hace varios años cambiaron por la soda y rodaja de limón, en un trago llamado “Citrus Highball”. A 21 u$s el 750cc en el shop de la destilería, y a $arg.2841 en Carrefour Express (a 16,40 U$S solidario-tarjeta). Por ende en nuestro país sale más barato que comprarlo en origen, debido a lo bajo que está este 2021 el dólar para importaciones. Además en góndola, está a un 80% por debajo de Jack Daniels, su clásico archirrival internacional.

.JIM BEAM BLACK Extra-Aged

Hasta hace 10 años era la expresión premium de la marca, con 8 años de añejado, el doble del White.

Tenía mayor relevancia pero al expandirse el portfolio, este Black quedó en unos 6 años, cambiaron la botella apuntando a la exportación y eliminando la declaración de edad a principios de 2015. De 43% alc., color ámbar profundo, en nariz es expresivo y dulce, con notas a crema de vainilla, miel y roble tostado. De cuerpo medio, entrada sedosa, siguen las mismas notas con un toque de especias (canela, nuez moscada) y frutas (manzana). De final medio, su retrogusto es más seco a caramelo y especias, algo picante y cálido.

A 25 u$s en el shop, y a $arg.3900 en Argentina (precio: CGBG distribuidora, 22,50 U$S solidario).

.JIM BEAM DEVIL’S CUT

En 2011 los destiladores expertos desarrollaron un proceso que extrae residualmente el whiskey de la madera de barriles del Black Extra-Aged (6 años) después de que los han vaciado. Le ponen 7,5 lts de agua y los barriles son agitados media hora. El agua con restos de whiskey, lo mezclan con bourbons de 6 años para llegar a los 42% alc. en lugar de usar solo agua pura. Es como un esfuerzo por reclamar el whiskey perdido por evaporación a través de la madera. Por eso el nombre en inglés “parte del diablo”, que juega con el sentido de la “parte del ángel”, conocida como alegoría de la parte perdida en el añejamiento por evaporación.

De perfil dulce y amaderado, sale 25 u$s en el shop y a $arg.4100 en Argentina (precio: CGBG distribuidora, 23,70 U$S solidario).

En el Tasting Room asimismo pudimos probar:

.JIM BEAM BONDED: Un 4 años, que tiene un nombre referido a los ‘bonded warehouses’ -almacenes aduaneros-, pero que hoy se usa como declaración de 50% alc. Es el Jim Beam con algo más, con perfil especiado y a vainilla en un dulzor ligero. No lo vimos disponible en el shop.

.JIM BEAM DOUBLE OAK: A 25 u$s, de etiqueta azul y letras doradas, fue lanzado en 2016 con 43% alc. Se añeja normal pero pasa a otros barriles para una 2da maduración, lo que le da mayor contacto con el tostado. Esto brinda sabores más intensos y leñosos, logrando mayor refinamiento que otros whiskeys.

.JIM BEAM RYE PRE-PROHIBITION: la versión de la marca a base de centeno, también para mezclar. Algo especiado, con notas aromáticas a mentol, pimienta y cedro. A 26 u$s en el shop.

“SMALL BATCH BOURBON COLLECTION”

Bajo el nombre “SMALL BATCH BOURBON COLLECTION” tienen expresiones en base a recetas únicas, algunas de 2 siglos atrás. Se trata de una línea creada por Booker Noe (1929-2004), nieto del legendario Jim Beam. Por ley no existe una cantidad establecida de cuántas barricas hacen un small batch, aunque esta destilería utiliza unas 500 cuando antes se utilizaban 200. De esta línea premium probamos el increíble KNOB CREEK – SINGLE BARREL, más 3 Bourbons con distintos nombres:

.BASIL HAYDEN’S – llevando el nombre de un sobrino de Jim Beam oriundo de Maryland, es un whiskey de 6 a 8 años y 40% alc. Usa el doble de centeno que el resto de la línea, que le da un sabor picante y especiado (pimienta blanca). A 49 U$S en el shop.

.BAKER´S – Un 7 años apuntado a conocedores, con altos 53,5% alc. y mayor proporción de centeno (quizás un 50% de la receta). Mr. Baker Beam como 5ta generación de la familia, se retiró en 1993 y su primo Booker Noe lo creó en su honor. A 56 U$S en el shop.

.BOOKER´S – Booker Noe que fue maestro destilador de 1965 a 1992, lanzó en 1987 este Bourbon de su colección privada de barricas, embotellado sin filtrar para regalar a amigos. Fue tal el éxito, que creó “The Small Batch Collection” y así la línea de Bourbons premium. Es el único embotellado directo del barril, sin cortar ni filtrar, entre 60 y 64,6% alc., añejado entre 6 y 8 años a partir de la receta base de Jim Beam (70% maíz, 15% centeno y 15% cebada malteada). Probamos uno de 64% alc. que nos resultó muy picante en el paladar, pero es para beber con un toque de agua o con un gran cubo de hielo. A altos 65 U$S en el shop.

Aparte de lo que probamos allí, la línea de Jim Beam se abre mucho en su país. Lo superlativo pasa por Jim Beam SIGNATURE CRAFT (12 años de 43% alc., a 55 U$S) y SIGNATURE CRAFT QUARTER CASK (+5 años, terminado en barricas de un 1/4 de tamaño, por al menos 4 años más). La llaman “Signature Craft Series” e incluye añejamientos adicionales o “terminaciones” en barricas de jerez. Sin duda eleva la imagen de la marca.

La gama de saborizados es conocida y trata de atraer más jóvenes al Bourbon, para que los beben en highballs: HONEY y VANILLA son los 2 presentes en Argentina a $arg.2450 en CGBG distribuidora (+14 U$S solidario).

En EE.UU. tienen: Apple, Peach, Maple, Kentucky Fire (con licor de canela) y el “Red Stag by Jim Beam Black Cherry” (el white con licor de cereza negra). Todos a 22 u$s en el shop y con 35% alc., excepto Red Stag de 40% alc., Peach y Honey de 32.5% alc.

Por otro lado fueron lanzando ediciones limitadas como el Jim Beam Distiller’s Cut (en 2018 como edición limitada, de 5 a 6 años y 50% alc. sin filtrado en frío, a 23 u$s); el Jim Beam Distiller’s Masterpiece (finalizado en barricas de jerez Pedro Ximénez; venta solo en la tienda a 230 u$s); y el Jim Beam Jacob´s Ghost (de 40% alc., añejado solo 1 año en barricas sin carbonizar y filtrado); entre otros en segmentos diferentes.

En EE.UU. a principios de 2021 a 250 U$S presentaron “LINEAGE”, una expresión premium creada por Fred Noe y su hijo Freddie, 7ma y 8va generación. De 55% alc., envejecido desde 2004 por 15 años en el Warehouse K, dentro de barricas de roble blanco quemado.

Jim Beam Lineage Bottle Shot

Jim Beam REPEAL BATCH, un tributo al 1er lote de whiskey que hizo Jim B. Beam al terminar la Ley Seca, sin filtrar en frío para obtener un sabor robusto como entonces.

OLD TUB, un 4 años bottled in bond de edición limitada, también sin filtrar, que es otro tributo a aquella marca original, que con perfil rústico elaboraban antes que naciera el Jim Beam White. A 19 u$s en 375ml.

Jim Beam SINGLE BARREL, lanzado en 2020 con añejamientos entre 5 y 7 años, embotellado a 47,5% alc. y a 35 u$s en el shop.

Jim Beam ORANGE, el nuevo saborizado lanzado en junio de 2021, combinando licor de naranja y Bourbon, con 37,5% alc. a 16 u$s. Recomiendan mezclar 1 medida por 3 de soda en vaso highball, una forma de consumo en la que se enfocan.

En ese sentido, crearon en 2021 dos ready to drink en lata: el Jim Beam Classic Highball (con soda) y el Ginger Highball (con ginger ale), el 4-pack a 10 u$s, buscando competir a las cervezas.

Durante más de 220 años, ningún otro apellido influyó más en el whiskey norteamericano que los BEAM a través de sus 8 generaciones. Solo los pudo frenar la Ley Seca de 1920 a 1933, pero volvieron con más potencia con JAMES “JIM” BEAM. Siendo 4ta generación, reubicó la destilería allí en Clermont y le puso su nombre.

Todo comenzó en 1740 cuando desde Alemania llegó la familia de JOHANNES JAKOB BÖHM (1760-1834) a EE.UU.  Luego de mudarse de Maryland a Kentucky en 1788, éste se cambió el apellido por Beam. Considerado 1RA GENERACIÓN, fue un granjero que con el maíz excedente destilaba como su padre y tantos. Pudo vender su 1ra barrica de “Old Jake Beam” en 1795, año que quedó grabado en la marca hasta hoy y solo 3 años después que Kentucky se convirtiera en Estado. No estaba solo, a principios de 1800 se contaban como 2 millares de microdestiladores.

La 2DA GENERACIÓN comenzó en 1820 cuando uno de los 3 hijos, DAVID BEAM (1802-1854) empezó a sus 18 años, siendo el que expandiría las ventas a todo EE.UU. durante una época de Revolución Industrial.

La 3RA GENERACIÓN entró en 1850 con su hijo DAVID M. BEAM (1833-1913) de 17 años, quien trasladaría la destilería en 1854 al condado de Nelson, para aprovechar las primeras vías férreas de Kentucky que conectaba con los ríos navegables Ohio y Mississippi. Hasta 1880, los clientes llevaban sus propias jarras a la destilería para rellenarlas de whiskey. Desde entonces, comenzaron a embotellar y vender a nivel nacional bajo marca “Old Tub”, mientras que la destilería iba teniendo 4 o 5 nombres diferentes.

La 4TA GENERACIÓN fue la bisagra histórica. Un hijo en la sucesión nacido al final de la Guerra Civil, JAMES “JIM” BEAUREGARD BEAM (1864-1947) fue quien daría nombre a la marca. Asumió en 1894 con 30 años y padeció el cierre por la Ley Seca. Vendió todo para irse a cultivar cítricos en la Florida, luego explotar minas de carbón y canteras de piedra caliza. Cuando terminó la Prohibición, a los 71 años el “Coronel” -como lo llamaban- con socios recompraron la vieja destilería “Old Tub” reconstruyéndola en solo 4 meses en Clermont, el predio actual. Le puso “James B. Beam Destilling Co.” y naciendo la marca actual con el logo tal como se la conoce. En 1939 hizo una fiesta para lanzar su 1er whiskey post-prohibición, que tenía 4 años de maduración.En 1943 el “Old Tub” pasó a ser “Jim Beam” (el White) como la estrella entre los 7 whiskeys que elaboraban.

La 5TA GENERACIÓN siguió al morir JIM a los 83 años. Como maestro destilador, uno de sus hijos T. JEREMIAH BEAM (1899–1977) no tuvo descendencia, así que eligió a su sobrino BOOKER NOE (1929-2004) como 6TA GENERACIÓN. Ambos maestros destiladores hicieron florecer mucho la compañía desde 1957, enviando bourbon a los militares en el extranjero, y fueron claves en la ley federal del Bourbon aprobada en 1964.

Creador de Knob Creek y la línea súper premium, a los 74 años BOOKER NOE murió luego de más de 4 décadas como master distiller. Le hicieron una estatua en los jardines frente a la casita de 1911, sentado en una mecedora con su perro, su bastón y una copa de whiskey.

La 7MA GENERACIÓN quedó en su hijo FREDERICK BOOKER NOE III, nacido en 1957. Maestro destilador que continúa al frente desde 2007, habiendo creado los saborizados, el Black Extra-Aged, el Bonded y casi todas las etiquetas actuales.

La 8VA GENERACIÓN con Freddie Noe (nacido en 1988) hoy sigue trabajando con su papá, recién mencionado.

Como dato aparte, una treintena de descendientes de Mr. Jacob Beam en el árbol genealógico, entre 1995 y 2003 se registraban como destiladores en el país, según el libro “American Whiskey Bourbon & Rye” de  Clay Risen. 

La familia Beam estuvo siempre en el negocio desde lo productivo, pero la empresa pasó a ser propiedad de Fortune Brands holding hasta 2011, cuando la división Spirits pasó a llamarse Beam Inc. En 2014 ésta fue vendida a la japonesa Suntory Holdings Ltd.: un centenario grupo nacido en Osaka, pionero en elaborar whisky en su país. El fundador Shinjiro Torii en 1923 supo levantar la famosa destilería de Yamazaki, 1ra de malta en Japón.

Hoy lleva 7 años el grupo BEAM SUNTORY como filial del holding mencionado, y con sede central en Chicago, Illinois-EE.UU. El producto estrella es JIM BEAM por supuesto, el Bourbon N°1 del mundo que vende 10,7 millones de cajas (2020), con gran crecimiento los últimos años desde que además aumentó distribución en Japón. Entre todos los whiskies del mundo, incluyendo los enormes volúmenes de los indios, JIM BEAM ocupa el puesto N°7, cuando 5 años atrás estaba 10mo con 8 millones de cajas. EE.UU., Australia y Alemania son sus 3 mercados principales.

JIm Beam store en el Visitor Center

BEAM SUNTORY en tanto quedó como la 3ra corporación mundial en Spirits, con 11 marcas por encima del millón de cajas vendidas al año, entre todas ellas: Maker’s Mark Bourbon (2,4 mill.); los whiskies japoneses Yamazaki, Hakushu, Hibiki y el cuantioso blend “Torys” (2,9 mill.); los scotchs Sir Edward´s (1,8 mill.), Teacher’s (1,5 mill.), los single malts Laphroaig y Bowmore; el whisky Canadian Club; el cognac Courvoisier (1,4 mill.); los tequilas Sauza (1,5 mill.) y Hornitos (1,6 mill.); los vodkas Pinnacle (2,5 mill.); y el verde licor de melón Midori. En Gins tiene el ultra premium japonés Roku y el español Larios (1 mill.) que acaba de entrar a la Argentina a mitad de 2021.

JIm Beam store en el Visitor Center

Hasta 1999 Jim Beam fue importado por la desaparecida A.J. Vierci, que también traía Jack Daniel´s. Hasta 2014 Jim Beam fue traído por Tres Blasones, que en 15 años nunca desarrolló la marca y como máximo vendió 2500 cajas (2013).

Desde 2014 importa Bodega Norton, enorme empresa vitivinícola líder en el país, que se animó a los Spirits lo que la pone en un nivel superior a casi todo el resto: desde hace 7 años representa 2 grandes corporaciones como Beam Suntory y William Grant & Sons. En cuanto a las ventas de JIM BEAM, tuvo un 2020 muy difícil por la pandemia cerrando en 3.440 cajas, cuando venía de 7.500 en 2019. Igual vende 3 veces más que el 2do que es Wild Turkey, y ni hablar de Bulleit, Evan Williams, Buffalo Trace, Benchmark, etc que tienen ventas ínfimas de modo poco entendible. Con el correr del 2021 Jim Beam muestra claras señales de recuperación. Sin dudas con mayor promoción los consumidores van a descubrir toda la magia y el sabor que encierran los Bourbons de Kentucky, y sobre todo de la marca N°1. 

JIM BEAM AMERICAN STILLHOUSE

526 Happy Hollow Rd.  Clermont, Kentucky – USA

www.jimbeam.com

Fundador de Revista BAR and DRINKS el 24/sept.1999, cuya 1° edición salió a la calle el 1/febr.2000. Con estudios cursados en Ciencias de la Comunicación (U.B.A.) y en diseño gráfico, comenzó a forjar una larga trayectoria en el rubro Bares desde 1995. Único periodista especializado en Bares y en Bebidas espirituosas/coctelería, lleva recorridas y reseñadas un centenar de plantas productivas de bebidas alc. en todo el planeta (40 de las cuales, de whisky en Escocia, Irlanda, EE.UU., Japón, Perú y México). Más de 1000 bares por el mundo; creador y organizador desde 2001 de la plataforma de premiación de Bares más longeva del mundo (#baranddrinksawards); también ha sido consultor de casi todas las empresas de bebidas conocidas y hasta de PromPerú en el desarrollo del Pisco en el mercado externo