
LA BEBIDA MÁS BRASILERA, MÁS FAMOSA, MADRE DEL RON Y DE TODAS LAS CAIPIS, DA UN VERDADERO SALTO DE CALIDAD?
NOTA ADELANTO PRÓXIMA EDICIÓN #72 DE BAR AND DRINKS, ESPECIAL RÍO DE JANEIRO II

“LA CACHAÇA NO ES AGUA NO, ES ORO!!”, PARAFRASEAN EN BRASIL ALUDIENDO A LA FAMOSA CANCIÓN. QUIZÁS ESTÉ MAS CERCA DEL AGUA QUE DEL ORO, NO OBSTANTE LA BEBIDA PASA POR UN BUEN MOMENTO, SOBRE TODO DE LA MANO DE LA CAIPIRIHNA. ESTE TRAGO QUE REPRESENTA EL CALOR CARIOCA Y LAS MEJORES PLAYAS, QUE MILLONES DE ARGENTINOS EL ÚLTIMO VERANO HEMOS SABIDO DISFRUTAR.
EN ESTE INFORME ESPECIAL ÚNICO, COMO NUNCA SE VIO EN ESPAÑOL, VERÁS SI RESURGE Y SI ESTÁ PARA EXPANDIR LA MÁXIMA ALEGRÍA TROPICAL!

Cachaça não é água, não… / Cachaça vem do alambique / E água vem do ribeirão…” (“La cachaça no es agua, no… / La cachaça viene del alambique / Y el agua viene del arroyo…”), dice una festiva canción de los 50’s muy popular en Brasil. Tanto que circuló un video con el Papa Francisco (QEPD) preguntando a un grupito de brasileros que lo saludaba en Roma, si la “Cachaca era agua o no”.
Es una forma coloquial y humorística en Brasil de afirmar que es una bebida seria, con carácter. Se canta en tono festivo y tiene una carga cultural fuerte ligada a la bohemia, la samba y la celebración popular, teniendo en cuenta que tiene más de medio milenio, (la 1ra en 1516, Pernambuco), y que luego de la Semana de Arte Moderno – 1922, comenzó a ser sinónimo de brasilidad, también momento de impulso de la Caipirinha. Como el Fernet hoy con la argentinidad.

En nuestra última gira por Río de Janeiro, apreciamos una renovación de la categoría CACHAÇA, al entrevistar referentes, bares top y ver varias góndolas. Este destilado brasileño con DO-denominación geográfica desde 2001 (reconocida por EE.UU. en 2013), es elaborado a partir del jugo fermentado de la caña de azúcar fresca. No de la melaza, que es un subproducto del procesamiento del azúcar, como usan casi todos los Rones. El brasilero posee un sabor distintivo, con notas herbáceas y terrosas, pero que remite directo al sabor de su materia prima. Igual más allá de sus notas, lo que interesa es que es una Industria grande que produce unos 226 millones lts. anuales!! (2023, fuente: Anuario da Cachaça). Tre-men-do!

DEMASIADO POPULAR
Se sabe que no es el destilado más prestigioso de la historia mundial, pero eso también le facilita como pasó con el Tequila, el Vodka y el Ron, una reconversión integral no tan difícil. Empezando por su propio mercado que ha considerado a la cachaça siempre de baja calidad, de bajo precio y muy popular.

Empezó a destilarse en un ingenio azucarero en la costa de Brasil, entre 1516 y 1532, por lo cual sería el Destilado más antiguo de las Américas. Al principio se ofrecía a los esclavos para que resistieran más, para hacerlos más dóciles y para “curarles la depresión” por el desarraigo desde África. Como el ron con los navegantes. A su vez, dado que la carne de cerdo era dura, se usaba el destilado para ablandarla. De ahí “Cachaça”, ya que los cerdos criados en libertad los llaman “cachaços” (jabalíes). La producción de la bebida se legalizó en 1661, y se hizo símbolo de la resistencia a la dominación portuguesa, cuando quisieron prohibirla hasta la Independencia de 1822.
Trazando paralelismos, ha tenido una historia y arraigo popular como quizás la Ginebra en Argentina, pero como bebida, materia prima, historia, cocteles y demás, es casi igual al RON, al que oficialmente los cachaçeiros consideran “hijo de la cachaça”.
Ante la pobre imagen que heredó en el Siglo 21, como bebida estigmatizada, ha sido culpa de los productores por no reposicionar la categoría e invertir en las construcciones marcarias. Pero como reza el dicho “A cada santo le llega su día”, hoy la bebida “verdeamarelha” viene transitando un proceso de resurrección que vale la pena analizar. ¿Muchas nuevas etiquetas? ¿Mejores calidades? ¿Más cachaças envejecidas por muchos más años? ¿Maderas brasileras inusuales para las barricas? ¿Mayor presencia en bares cocteleros? ¿Mayor interés de Medios e influencers?… Quizás un poco de todo esto, veámos…

CAIPIRIHNA O MÁS?
“Cachaça no es solo Caipirihna”, piensan en los bares cariocas, aunque es el volumen mayor en cocteles, tomando en cuenta la facilidad de su preparación: lima en gajos machacada con azúcar, hielo picado y Cachaça blanca directa. La caipi es a la cachaça como el Fernet Cola a Branca en Argentina. Es el cocktail por el que se conoce a la Cachaça en todo el planeta, a la vez que sinónimo de playa, sol, alegría y fiesta desde temprano. Pocos cócteles tienen tan claro su posicionamiento, y éste ha sido más que natural, incluso surgiendo o motorizándose desde las arenas brasileras, en muy rústicas versiones en vasos de plástico y cachaças de dudosa calidad. Tanto potencial tiene que asusta!, y como pasa a menudo, casi nadie fuera de Brasil lo ve. Tantos comerciantes e importadores que quieren vender bebidas invendibles, que buscan hormigas y no ven elefantes!

Sacarle este perfect serve monolítico de la Caipi a la cachaça, sería misión imposible como el Pisco Sour al Pisco, la Coca al Fernet, la tónica al Gin o el Spritz al Aperol.
Existe el cocktail “Rabo de Galo” creado por Cinzano en los 50’s, que lleva: 1,75 oz. de cachaça añeja, 0,75 oz. Cinzano Rosso, 0,25 oz. Cynar, en vaso corto con hielo y twist de naranja. Es un exponente de culto entre los bares cocteleros, pero no genera volúmenes de venta.

Sin embargo nunca faltaron los intentos aislados de abrir el juego. Es lo que nos comentó Eveline Sidi, veterana socia de la Academia da Cachaça: “Se han hecho actividades, aisladas, en las últimas 3 décadas para entender qué tipo de cachaças pueden ir mejor en cocteles clásicos internacionales, como intentos de sustituir al Ron o al Vodka, etc…”.

Seguramente la falta de muchos más bares cocteleros de nivel atentó contra ese desarrollo, a la vez que nuevas cachaças añejadas fueron apuntando al consumo masivo tradicional en shots.
DANIEL ESTEVAN, destacado referente y bartender socio del bar NOSSO en Ipanema, nos respondió en su bar que: “En los bares brasileños, la cachaça ha ido ganando bastante protagonismo, por su versatilidad en cócteles. Sin embargo, siguen siendo más consumidos en botecos y bares de temática más regional. Hoy en día, las artesanales y sobre todo las envejecidas dominan las estanterías de los bares de coctelería que buscan calidad y diversidad.”
Enseguida amplió su visión: “En general, aún no patrocinan con fuerza a los bares, pero cada vez están más presentes con alianzas en propuestas puntuales. Aquí en bares de Río destaco el trabajo de Pindorama, Magnífica, 7 Engenhos y Soledade, cada vez más presentes. Igual deben alcanzar más capas de consumidores, tal como hicieron los cafés especiales; y fortalecer la exportación, ya que en la mayoría de mercados solo existen cachaças de menor calidad”.




MADERAS Y PREMIUMIZACIÓN
Históricamente la Cachaça más bebida es la blanca (prata o branca), no envejecida o almacenada brevemente en tanques de acero inoxidable sin alterar el color. Tiene un sabor más fuerte y se utiliza justamente para Caipis.
Las amarillas (ouro o amarela), con breve paso por barricas de madera propia del país, que le dan un leve color dorado y suavizan un poco el impacto del alcohol, son similares al Ron Dorado.

Y luego las Envejecidas, entre 1 y 3 años las más comunes, y hacia arriba. “Hay de hasta más de 20 años”, nos aseguró Eveline, socia en la Academia da Cachaca. “Esta bebida es la de mayor variedad de añejamientos del mundo, usando unas 20 maderas! : roble americano y europeo, bálsamo, amburana, pau-Brasil, jequitibá, ipê, cabrúva, castanheira, amendoim, etc.”.
Un poco de eso vimos en el bar NOSSO, probando varias de de la marca Soledade: Amburana, Pau-Brasil, Ipê y Jequitibá. En este hermoso bar de Daniel Estevan, nos obsequió muestras de la marca artesanal carioca Pindorama, nacida en 2014, justamente edición especial NOSSO.
De hecho, Weber Haus lanzó en 2018 una versión 7 MADEIRAS que nos obsequió Joel Andrade (54), su ahora Director Comercial. Es un blend de cachaças añejadas 2 años pero en 7 tipos de barricas de distintas maderas, y que apuntan al canal de bares.

“WEBER HAUS, donde hace 6 meses lidero el área de Ventas, es un ejemplo de evolución siendo la única productora de envejecimientos largos: hasta 21 años! Otro grupo son las envejecidas en maderas diferentes, muy atractivo en Brasil. Es decir, se ve una modernización a lo largo del tiempo por el prominente uso de cachaças envejecidas en cocteles más complejos. Aunque es un avance muy pequeño al lado de otros destilados principales, por lo cual creo que falta mucho”, nos comentó. En el aeropuerto de Río se puede comprar el WH 8 Años como “extra premium” a 370 R$ (65 u$s).

Igual, más del 80% del consumo seguramente sigue siendo de las cachaças puras, mucho más baratas, aunque las muy Envejecidas cumplen un necesario rol en reposicionar la Categoría, aportando algo en el camino hacia de premiumización que otras bebidas ya han transitado hace rato. No obstante, tantas maderas permitidas parece remitir más a una etapa inicial de experimentación, que a una sabiduría concreta como tiene el whisky escocés.









“Gins y Vodkas, con gran trabajo a lo largo del tiempo, han logrado estar relacionadas a la sofisticación. Esto desde el canal on premise, con compradores de bottle service, poniendo una botella premium en la mesa de una discoteca. De a poco se empieza a ver algo parecido en las ciudades principales de Brasil con algunas marcas de cachaças. Pero una categoría tan popular es muy difícil que salte a ser aspiracional”, nos aseguró Joel Andrade en exclusiva para Bar and Drinks.

UN MUY LENTO PROCESO…
A un ritmo más propio de bebidas como el Pisco en Perú y Chile, o el Ron en los países andinos, en Brasil la Cachaça avanza pero está lejos aun de la expansión que tuvieron otras como el Tequila, Gin, Vodka o Vermuts/Aperitivos. Paradigmas anacrónicos en los que están encerrados empresarios productores, que le dan todas las llaves a los ingenieros omitiendo lo difícil que es generar demanda y vender. Subestiman o eluden el marketing, no acuden a especialistas como deberían hacer antes incluso de empezar, pero después cuando no conectan con la gente se desesperan por vender, enseguida se regalan bajando los precios. Además sacan 80 versiones armando portafolios gigantes, en lugar de entender lo efectivo de hacer foco en un producto y empujarlo mucho. Bastante lamentable que sigan como infantilmente bloqueados a no actualizar su paradigma, como las multinacionales de bebidas han hecho hace décadas.
De este lento “caminar” puede dar cuenta Joel Andrade quien trabajó en SAGATIBA de abril 2005 a octubre 2011, hasta que la marca se vendió a Campari Group. “En 2004 Sagatiba se lanzó con una calidad extrema, llevando mucha sofisticación y modernidad tanto en packaging como en cuidado de producto, ni hablar de la inversión en imagen. El foco era Sagatiba Pura y en cocteles. Promovimos una Caipi de maracuyá con pimienta rosa en 2006, llamada ‘Sagatiba Wallpaper’ que hasta ganó un premio internacional”, relató sobre aquel caso de éxito relevante en Cachaças.“La idea era que la cachaça se torne cosmopolita, moderna, interesante y envolvente. El objetivo era elevar la categoría a un nivel superior, dominada hasta entonces por las de muy bajo precio, ya que era una bebida no considerada aspiracional ni cool. ‘Cachaçeiro’ por ej. ha sido por décadas sinónimo de ebrio e irresponsable. El consumo siempre muy popular y no sofisticado”. (ver cobertura de Bar and Drinks Nro.39 – pag.17 en adelante)

Todo esto es una buena síntesis de lo que pasaba hace 20 años… Pero que fue pasando hasta llegar a hoy? Vale la pena darle una chance a la cachaça?
“Ahora es claro que existe una notoria evolución de la categoría, porque varias marcas se preocuparon por sofisticar también, más allá que siguen las industriales populares que son una tradición en Brasil. Pero la categoría en general mejoró, en elaboración sobre todo”, continuó Andrade. “Si bien el mercado cambió en 20 años, algunas marcas ayudaron como Leblon (hoy del Grupo Bacardi), pero fue Sagatiba la que invirtió para liderar aquella revolución, gracias a la gran visión del entonces dueño Marcos de Morais”, detalló.“Luego de esa venta a la multinacional Campari, Sagatiba creció mucho en volúmenes siendo que le bajaron el precio pero quedando aun un 50-60% arriba de las muy populares (mainstream) como 51, Ypióca o Da Rosa, consumidas por los segmentos C y D. Además, en Brasil los productos de Campari Group son distribuidos por la Coca Cola, con presencia fuerte en todos los supermercados, lo que ayudó a ese crecimiento”.
Justamente esa es una cuestión interesante, ya que se rumorea hace más de un año que en Argentina Campari Group también busca tercerizar su distribución con Coca Cola-Femsa.

MUY BAJAS EXPORTACIONES
Como sucede con el Pisco chileno y peruano, la cachaça vende casi todo en el mercado interno, no sabiendo, pudiendo ni queriendo desarrollar bien el externo. Puede ser que se conformen con las ventas locales, pero no todas las marcas tienen tantas. Lo cierto es que no sabe ninguna desarrollar las exportaciones, no son para nada consistentes, y las que están en manos de multinacionales, ocupan últimos lugares de las prioridades.
En 2023, se declararon unas 25 millones de cajas de 9 lts producidas en Brasil (no oficialmente vendidas, fuente: Anuario da Cachaça 2024), de los cuales el 96,2% se destinó al mercado interno: 24.100.000 cajas para 218,5 millones de habitantes. Se trata de números monstruosos!! Un litro anual por hab., casi tanto como el 1,25 lt de Fernet/hab. en Argentina.
“La evolución de la producción viene de 140 años hasta hoy, con mucho por mejorar, pero aun con volúmenes muy chicos de exportación”, afirmó Eveline Sidi.
“En el mercado externo, Campari pudo potenciar a Sagatiba muchísimo más, desde 2011 que la compró. Pero no lo hizo. Tiene otro foco y solo la usa para el mercado brasilero. Por eso no se ve en Argentina increíblemente”, nos comentó Joel Andrade.

En 2023 Brasil exportó a 76 países casi 960mil cajas de 9 lts (fuente: Anuario 2024), a un precio promedio irrisorio de 1,76 u$s FOB/botella 750ml. Bebida más barata imposible! Para un país gigante como Brasil, exportar por 20.200.000 u$s es nada. Una muestra de que la etapa de maduración como Industria conquistando al mundo como otras bebidas, aunque les queda muy lejos del horizonte.
Estados Unidos fue el principal mercado con un 23% en u$s, aunque ahora con el 10% de aranceles impuesto por Trump es probable que se derrumbe. Luego, Europa con 7 países está en el Top Ten de destinos. Obviamente van a tener que esforzarse por compensar las pérdidas que causará EE.UU., por lo pronto mirando a América Latina, siendo que los esfuerzos de las marcas son casi nulos.

IMAGEN Y DESARROLLO VS. ARTESANALIDAD
Ya parece habitual que portales de cualquier tipo, suban notas de color hablando de “Booms” o de “Tendencias” por el solo hecho de ver salir nuevas etiquetas de cualquier procedencia y calidad, la gran mayoría bajo el paraguas de la “artesanalidad”. Como si esto fuera sinónimo de calidad. En un fenómeno que Argentina vino observando después de la pandemia, con amigos que se pusieron a fabricar, totalizando casi un millar de etiquetas. En Brasil en tanto, por su tamaño y sus condiciones, la cuestión se multiplica: tienen 1217 “cachaçarías” registradas (fuente: Anuario Da Cachaca 2024), una cada 166.870 hab., y con más de 10.500 marcas!!

La mayoría está al S.E. (79% de la producción), más en el Estado de MINAS GERAIS, unas 504 (el 41% del total). Sobre todo en el municipio de Salinas, considerado por ley de 2018 la “Capital nacional” de la bebida, que tiene más de 80 microdestilerías.
Aunque el que produciría las mejores sería el Estado de RIO GRANDE DU SUL, donde está Weber Haus a las afueras de Porto Alegre. “Es un Estado que tiene una cultura gastronómica y enológica grande, teniendo una colonia de descendientes de italianos muy grande”, nos contó Eveline de la Academia. Rio de Janeiro viene creciendo también como productor, sobre todo la localidad costera de Paraty.
“De esas 1217 cachacarías, la gran mayoría no tiene pretensión de ser grandes jugadores. Hacen producciones domésticas, apenas para vender en su propio Estado. Incluso muchos solo para e-commerce, vendiendo ínfimos volúmenes”, aseguró Joel.
Toda semejanza con la realidad del Gin, de la cerveza artesanal, etc. en Argentina (no) es pura coincidencia. La diferencia es que Brasil pasa por un gran momento político-económico, con un tamaño enorme, al contrario del nuestro que sufre desplomes de consumo y una depuración inevitable de la (sobre) oferta.

SIN INVERSIÓN NO HAY PARAÍSO
El destacado ejecutivo nos dijo en la entrevista más conceptos claves: “Las que quieren ser protagonistas necesitan invertir en procesos, para poder introducir sus bebidas en supermercados y en el canal on premise, entrando en las cartas de los bares. Depende mucho de la intención, la forma, la calidad, y uno es empresario en relación a lo que produce. Sobre todo la visión que refleja el paradigma que sostiene”.
Claramente refiere a modelos de negocio mucho menos sustentables, que les cuesta mucho desarrollarse. Más anacrónicos, básicos y negados a una apertura hacia modelos muchísimo más efectivos de construcción marcaria, probados en el mundo y que son los que están detrás de grandes categorías como el Gin, Vodka, Tequila, etc. Ya observar de lejos el packaging de la amplia mayoría de cachaças, que parecen de los años 60’s, da una idea de todo lo que les falta crecer. La amplia mayoría no sabe y no sabe que no sabe. Por ende, no se los ve preocupados por desarrollarse ni apelar a asesorías, más bien esperan infantilmente milagros que puedan recibir después de alguna medallita que obtengan.

“La inversión en marketing de 1ra línea como hacen las marcas de lujo, nunca hubo en la categoría Cachaça. La única que comenzó eso fue Sagatiba hace más de 20 años, con presencia en eventos de alto nivel en F1, de vela, golf y tenis en Europa, lo más sofisticado del mundo. Más allá que vincular hoy marcas de alcohol con deportes es más difícil y para nada recomendable conociendo las nuevas generaciones de consumidores, ese aspiracional lo ha tenido siempre whiskies, vodkas y gins. Cachaça nunca. Creo que el estado brasilero y las entidades sectoriales, invirtieron muy poco en desarrollar en esa dirección”, explicó el ejecutivo carioca. “Dirigirse siempre al consumo popular tiene sus consecuencias. El Tequila es muy similar a la cachaça, por lo que significa para su propio país y el consumidor. Pero los mexicanos sí que han invertido mucho en la promoción exterior los últimos 20 años. La cachaça no”, concluyó el experto comercial.

CACHAÇA EN ARG., MUY ABAJO DEL POTENCIAL
En Argentina se venden las industriales más conocidas y de calidad básica, elaboradas por destilación continua en altas columnas de acero. No en alambiques de cobre, que usan más las artesanales pero a simple destilación como el Pisco peruano.
Industriales llegan hace un par de décadas como Velho Barreiro (14.100 cajas anuales, 2023, la que siempre más vendió), “51” (5500 cajas), Pitú (4000) y Yaguará (50), por un total de 23.650 cajas (fuente: IWSR 2024).
Números muy escasos y en caída, pero enormes al lado del Pisco peruano y chileno juntos, que no deben pasar en nuestro país las 3500 cajas anuales, o sea 7 veces menos.

Para Brasil en cambio, Argentina ocupa el mercado Nro.12 para esta bebida con unas 16.000 cajas en 2023 (fuente: Anuario da Cachaça 2024). Por lo cual, los volúmenes en 2024 habrían caído entre un 40 y 50%.
Hay que considerar que las multinacionales que poseen las marcas de cachaças más prestigiosas, nunca quisieron traerlas al país, al menos con continuidad: Diageo a Ypióca, Bacardi a Leblon, y Campari a Sagatiba.

Este último caso fue particular. Justamente por impulso de Joel Andrade, por entonces Gerente de Exportaciones de Sagatiba, Bar and Drinks ayudó a encontrarle importador en 2008, a “matchear”. Así en conjunto se hizo un ejemplar plan de lanzamiento, como ya hoy casi ninguna marca importada realiza, porque no saben o no quieren.
Sagatiba venía tan bien en Brasil y el mundo, que Campari la compró enseguida por 26 millones de U$S!! En Argentina, empezaron a traerla a cuentagotas, pero después las trabas gubernamentales a las importaciones los desalentaron. No quisieron volver a traer Sagatiba pese al potencial grande, a la vez que el grupo italiano la fue limitando al mercado brasilero.

AMANDO LAS PLAYAS DE BRASIL DESDE SIEMPRE
En contextos como los actuales por el tipo de cambio, con tantas facilidades para importar y con tantos argentinos visitando Brasil este verano 2025 (dicen que 4 millones), como no sucedía desde hace 30 años y casi todos tomando Caipirihnas de dudosa calidad en vasos de plástico como si fuera aspiracional, es poco entendible la falta de apuesta de importadores para esta categoría. Las multinacionales nada quieren saber, y las pequeñas importadoras que vienen trayendo cachaças, no mueven un solo dedo, de nuevo: porque no quieren o no saben. O ambas cosas.

“En cuanto a tu país, siempre noté que era un mercado de coctelería mucho más importante y dedicado que el brasilero, a lo largo del tiempo. Acá en Brasil hace 20 años era todo chopp de cerveza y Caipirihna, sin una cultura del bar como por ej. Europa, USA, etc. Esa integración entre bartender y consumidor que se ve por el mundo, también pasa en Argentina, mercado que tengo la mejor de las impresiones”, nos respondió el Director Comercial de Weber Haus. “Quiero llevar WH allí, porque sería una vitrina espectacular para cualquier producto, ya que es un mercado sofisticado, importante y que pasa por un buen momento para las importaciones”.

De hecho, en el último Brand Report internacional 2025, Weber Haus apareció en el 6to lugar del Top 10 de Cachaças de tendencia, no a nivel consumo masivo sino por una encuesta entre los 100 más “votados” como mejores bares del mundo.


La marca que aparece arriba es Leblon, del grupo Bacardi desde hace 10 años, pero que nunca llegó a la Argentina. Luego figuran otras de todo tipo: la 51 (mega industrial, líder de la categoría); Pitú (2da más vendida); Ypióca (la única que informa ventas totales, con 3,3 mill. cajas, 2023); la referida Sagatiba; a las boutique Abelha, Avua, Yaguará, Novo Fogo, Capucana, Magnífica.

“Weber Haus elabora destilados a partir del jugo de la caña de azúcar, con haciendas propias y cañaverales 100% orgánicas, sin ningún agrotóxico. La preocupación por el medio ambiente es primordial en el negocio de WH. Vodkas, gins y rones que produce WH, son a partir de la misma materia prima orgánica”, explicó Andrade. “La apuesta es que a 5 a 8 años WH sea el mayor productor de destilados premium de Brasil. Hoy exportamos a más de 20 países, algo que se evidencia en el Brand Report, pero la empresa tiene potencial de crecimiento en Brasil, dado que se está en fase de revalorización de bebidas nacionales de calidad, como destilados y espumantes”.

En definitiva, como pasó con el Gin en Argentina, los consumidores en Brasil van rotando por etiquetas, probando y viendo cuál Cachaça les gusta. Esto en diferentes fases, en medio de una creciente oferta de nuevas etiquetas. Los matices y propiedades de cada una resultan de muchas variables como el tipo de caña, la región donde fue plantada, el clima, levaduras, el proceso de fermentación, la forma de destilación y alambique, el tiempo y la madera utilizada para el añejamiento, el contenido de alcohol, etc. Pero como bien se sabe, la promoción es decisiva, por lo cual el destino de los proyectos depende inevitablemente de las estrategias y el cerebro que haya detrás.

La Cachaça tiene mucho por delante, entre impulsar las exportaciones, saber construir marcas con solidez; invertir en imagen no solo equipamiento; apelar a especialistas en estrategias y comunicación; apostar a los bares cocteleros; y marcar presencia en los puntos de venta internacionales como los aeropuertos. Algo así como dejar la malla y ponerse los pantalones como Industria, más allá que la playa sea su medio ambiente ideal.